¡Hola soñadores! Hoy les traigo una fábula sobre una ardilla que era muy entusiasta y exigente, entonces armo su programa de actividades pero sucedió algo... ¿Qué sera?.
Las fábulas son un relato o una composición literaria breve escrito en prosa o versos, en la que los personajes pueden ser personas o animales y cosas personificados que hablan y dialogan. Siempre nos deja una moraleja (enseñanza).
¡Que lo disfruten!
La escuela del bosque
En la Escuela del Bosque, la maestra, una ardilla muy entusiasta y
exigente, preparó su programa de actividades para enseñar. Los alumnos debían
aprender a correr, a saltar, a nadar y a volar.
La liebre estaba contenta
porque, en carrera, tenía un diez asegurado. Ni hablar del bagre en natación, era capaz de hacer estilos pecho y mariposa.
Y al cardenal, seguramente,
en el vuelo, nadie lo ayudaría.
Pero la maestra, en su segundo día de clases, ordeno a la liebre:
-¡Subite a ese árbol y volá! ¡Volá liebre!
La pobrecita le hizo caso y cayó de cabeza al suelo, haciéndose un gran
chichón, además de quebrarse una patita.
Tuvo que estar un mes enyesada hasta que pudo correr sin dolor.
Al cardenal le pasó algo parecido cuando la maestra le dijo:
-¡Nada!
Se le mojaron las alas y casi se ahoga, si no lo salvaba un pez dorado.
Imagínense cuando le pidió al bagre: ¡Saltá y corré! Si no se apuraba a
volver al rio, ya casi no podía respirar.
-¿En qué me estaré equivocando?- pensó la ardilla.
-¡Si sigo así me voy a quedar sin alumnos!- Entretenida en sus
preocupaciones no escuchó al zorro que se le acercaba.
-¡Me sorprendió señor zorro!- dijo la ardilla.
-¿En qué está pensando señora ardilla?
Entonces, la maestra le contó lo que sucedía.
-Pero ¿Cómo se le ocurre? ¿No sabe que cada animal tiene su forma de
desplazarse? El que tiene alas, vuela; el que tiene aletas, nada y el que tiene
cuatro patas, corre y salta. ¿Entendió?
-Gracias por enseñarme que hay
que pedirle a cada uno lo que sabe hacer.
¡Llegó la fiesta de fin de año y fue fantástica! los peces hacían
acrobacias en el agua, las liebres corrían carreras y los pájaros hacían coros,
mientras volaban. En la Escuela del Bosque, todos fueros felices.
Autora: Marcela Guerrero.
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